sábado, 21 de noviembre de 2015

El día del psicólogo

En lo personal, preferiría que no celebráramos el día del psicólogo, sino que celebráramos los avances de la sociedad y los logros de entenderla de manera interdisciplinaria; la psicología en Colombia y otros países, lamentablemente, se tornó desde hace décadas en una disciplina alejada de la realidad científica y académica del mundo. Mientras en otras partes psicología es cada vez más un sinónimo de lo que estudian varias disciplinas y varias ciencias, en Colombia la cosa sigue siendo dominada por áreas y discursos específicos, que no salen de sus zonas de confort. Finalmente, para el público general Walter Riso y Annie de Acevedo son más psicólogos que cualquier connotado académico con cientos de publicaciones indexadas y más de un doctorado. 

Creo que deberíamos celebrar es cuando veamos menos fronteras entre los programas de psicología y otras disciplinas. Y es que estas fronteras se erigen todos los días en las academias de psicología colombianas: por ejemplo, con supuestos expertos en temas de género, que ni saben cómo evolucionó el sexo; supuestos expertos en análisis conductual, que desconocen por completo las nociones más básicas de IA; o supuestos psicólogos sociales, que en su vida han leído 1984, un Mundo Feliz o Farhenheit 9/11.

Más allá de enfoques epistemológicos que discuten todavía entre el positivismo-lógico y lo crítico social, lo importante es lograr pensar con claridad; pero es fácil llenar la boca con términos que el grueso de la gente vive feliz al desconocer, y que no extrañan, como se extraña un tratamiento eficiente o una solución práctica. Términos raros, imprecisos, pero ambiciosos, pretenciosos: análisis conductual, formulación clínica, procesos sociales, metacontingencias, etc. Decía Lev Vygotsky, la psicología lleva décadas en crisis, y apenas era 1927. La academia seguramente ha hecho del perenne estado de crisis de la psicología la misma inercia. 

Pero, feliz día del psicólogo y la psicóloga, porque como dijo el poeta, siempre sobran los motivos para celebrar.